En un esfuerzo sin precedentes en Latinoamérica, la Escuela de Invierno 2024 ha puesto en marcha una iniciativa educativa y científica centrada en el estudio de la criósfera, con un enfoque particular en la contaminación y los recursos hídricos en la Cordillera de Los Andes. Este programa innovador, que reúne a estudiantes e investigadores, busca formar a la próxima generación de científicos de la criósfera.
“La Escuela de Invierno 2024 (E&I-2024) es una oportunidad única para que los estudiantes se adentren en el estudio de la criósfera y comprendan importancia en el cambio climático,” comentó el Dr. Francisco Cereceda, director del programa.

La E&I-2024 ha contado con el respaldo de varias iniciativas, como los Programas de ANID: Anillo, Fondecyt Regular, Fondecyt de Iniciación y Proyecto FOVI de cooperación internacional, además de la colaboración con la Escuela de Montaña del Ejército de Chile, cuyo cuartel de instrucción de invierno está en Portillo, lugar donde se realiza esta actividad, lo que ha permitido fortalecer la investigación en la cordillera de los Andes. Además, la escuela promueve el intercambio de conocimientos entre universidades de Chile y otros países, proporcionando un entorno colaborativo que enriquece la formación de los estudiantes de pre y posgrado, además de los investigadores del área.
Durante la Escuela de Invierno se realizan además variados experimentos, uno de ellos se centra en medir cómo la nieve puede ayudar a eliminar el Black Carbon (BC) de la atmósfera, un proceso que fue monitoreado antes, durante y después de un evento de precipitación de nieve, situación que solo se puede seguir gracias a la semana que estuvimos en la E&I-2024, en plena cordillera de los Andes. “Estamos analizando cómo los cristales de nieve interactúan con el BC, lo que nos ofrece una oportunidad sin precedentes para evaluar la capacidad que tienen estos cristales de nieve para limpiar la atmosfera” explicó el Dr. Cereceda, este estudio representa una continuación de los experimentos que se han desarrollado durante las otras versiones de la E&I desde el año 2022, diseñados para impulsar el interés de estudios científicos en entornos montañosos, los impactos de la contaminación atmosférica (BC) y el cambio climático.

Una de las innovaciones más destacadas de esta temporada es el desarrollo de una cámara multiespectral diseñada para medir la concentración de Black Carbon en la nieve, un contaminante clave que afecta la reflectancia de la nieve y por ende, el balance energético de la Tierra. “La creación de este dispositivo en conjunto con colegas del Departamento de Electrónica y de Ing. en Diseño de Productos de la UTFSM, es un avance significativo que responde a uno de los grandes desafíos científicos actuales,” señaló Santiago Fadic, investigador del proyecto. “La medición precisa de Black Carbon es crucial para entender su papel en el cambio climático y este tipo de tecnología nos acerca un paso más a esa comprensión.”
La formación ofrecida en la E&I -2024 no solo se centra en el aspecto teórico, sino que también incluye entrenamiento práctico en entornos de montaña. Los estudiantes adquieren habilidades esenciales en seguridad y uso de equipamiento especializado, fundamentales para desenvolverse en terrenos de alta montaña y realizar mediciones en condiciones extremas. Además, la colaboración con instructores del Ejército de Chile les permite aprender herramientas clave para el desarrollo de sus habilidades de supervivencia en montaña y rescate en avalanchas.
El Dr. Gonzalo Barcaza, investigador asociado del CETAM comenta que “el objetivo de la escuela es proporcionar una formación integral que abarque desde la medición de diversos contaminantes ambientales en la nieve hasta la evaluación de recursos hídricos en zonas de montaña, ya que la integración de conocimientos prácticos y teóricos sirven para preparar a nuestros estudiantes para los desafíos futuros”. El Dr. Barcaza, como glaciólogo también enfoca sus esfuerzos en la “La medición de variables ambientales en el terreno, como las características de la nieve y su relación con la deposición de Black Carbon, aspecto fundamental para estudiar la criósfera y su interacción con la atmósfera. Esta investigación no solo enriquece el conocimiento académico, sino que también contribuye directamente a la comprensión y mitigación del cambio climático.”
De esta forma, la 3era versión de la Escuela de Invierno continúa posicionándose como un referente en la educación y la investigación sobre la criósfera en Latinoamérica, demostrando que la innovación y la colaboración internacional son claves para avanzar en el entendimiento del cambio climático y sus impactos sobre el planeta.